El hierro de la ganadería ya se usaba a finales del siglo XIX, manteniéndose desde entonces en la familia y utilizándose a lo
largo
del siglo XX para herrar el ganado de la casa, volviendo a ser registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas en la década de los noventa.Al tratarse de una familia con gran tradición ganadera y veterinaria (D. Nicomedes Díaz fue el primer veterinario de la familia, licenciado por la entonces "Escuela de Veterinaria de Madrid" en 1893) siempre hubo costumbre de criar caballos.
Alrededor de 1970 las yeguas españolas que se poseían pastaban en la finca "La Suerte de Santiago" en el término municipal de Madrigalejo (Cáceres).